"¿Cómo resiste el cuerpo la electricidad en la vagina, en las axilas, en las sienes, en la lengua, las quebraduras, los tímpanos rotos, la sangre por todos los orificios? Se produce un corte psíquico y temporal para poder soportar la humillación de comer sin cuchara, el estar sin toallas higiénicas, sin baño durante tres meses ni lavarse el pelo, sin cepillo de dientes personal. Corte psíquico para poder soportar la tortura de presenciar la tortura de un ser querido, su muerte; de no saber cómo tomar un cuerpo que es masa sanguinolenta. La política se escenifica en los cuerpos dañados, sexualmente dañados, dañando la experiencia de ser sujetos, en el cultivo del miedo. Cuerpos de mujeres privados de libertad, de acción política, tomados sólo como masas castigadas de las que se quiere borrar la experiencia interpersonal y social, destruidos en su relación vinculante."
Tal como se evidencia en los libros de Sime y Fontaine, los cuerpos femeninos son denigrados por sus victimarios en la medida que despojan a las mujeres de su privacidad y espacios íntimos. La constante exposición al horror significó un punto de quiebre en términos físicos y emocionales. Sus cuerpos fueron violados y las secuelas del maltrato nunca sanaron. Menos aún en una sociedad que, estando en Democracia hace 22 años, no ha logrado posicionar la temática de los Derechos Humanos como corresponde en la cultura chilena. No existen, en los Programas de Estudio de la enseñanza básica o media, libros que rescaten la memoria. El acceso a este tipo de literatura es complicado puesto que las Bibliotecas Públicas no albergan este tipo de textos, o si lo hacen, cuentan con uno o dos ejemplares para una región o incluso, para todo el país. Claro que esto no es casual; detrás de cada decisión existe una ideología que la avala. En este caso, es posible reconocer que en Chile los gobiernos que han transcurrido después de la Dictadura, no se han hecho cargo de esta parte de la realidad.
Tal como se evidencia en los libros de Sime y Fontaine, los cuerpos femeninos son denigrados por sus victimarios en la medida que despojan a las mujeres de su privacidad y espacios íntimos. La constante exposición al horror significó un punto de quiebre en términos físicos y emocionales. Sus cuerpos fueron violados y las secuelas del maltrato nunca sanaron. Menos aún en una sociedad que, estando en Democracia hace 22 años, no ha logrado posicionar la temática de los Derechos Humanos como corresponde en la cultura chilena. No existen, en los Programas de Estudio de la enseñanza básica o media, libros que rescaten la memoria. El acceso a este tipo de literatura es complicado puesto que las Bibliotecas Públicas no albergan este tipo de textos, o si lo hacen, cuentan con uno o dos ejemplares para una región o incluso, para todo el país. Claro que esto no es casual; detrás de cada decisión existe una ideología que la avala. En este caso, es posible reconocer que en Chile los gobiernos que han transcurrido después de la Dictadura, no se han hecho cargo de esta parte de la realidad.
![]() |
En la Biblioteca de Santiago este es el ùnico espacio dedicado a la Memoria y Derechos Humanos |
Fuente: "Memorias de ocupación: Violencia sexual contra mujeres detenidas durante la Dictadura"
No hay comentarios:
Publicar un comentario